La escuela en constante transformación ¿Cómo acompañar?

 MARTES DE TERAPIA 

“La escuela en constante transformación ¿Cómo acompañar?”  por la Lic. Claudia Laslo, parte del Equipo con Niños y Adolescentes y del Equipo de Orientación Vocacional y Ocupacional del IPPL 

Luego de habitar la educación en situación de pandemia desde la virtualidad, hemos retornado a las aulas y a los edificios educativos. Sin embargo, sabemos que hoy en día, a tan sólo dos meses de la vuelta a la presencialidad total, los ecos del “sismo” pandémico se escuchan y se viven dentro y fuera de las aulas.

Las instituciones educativas, las enseñanzas, los aprendizajes y las familias se encuentran en reformulación y revisión de sus prácticas y propuestas casi a diario.
Los tiempos y espacios del aprender y del enseñar no son los mismos: la idea de un aprendizaje homogéneo quedó en el pasado, las antiguas concepciones -más tradicionales- acerca del aprender y del enseñar en simultáneo a todo un grupo etario, realmente ya no es útil porque se hace imperioso transformar.

Las demandas a profesionales externos se han visto incrementadas notablemente.
Infinidad de consultas llegan semana tras semana solicitando evaluación de los aprendizajes, intervenciones de especialistas por problemas de conducta, formaciones sintomáticas diversas en entorno a la asistencia escolar, inhibiciones en los aprendizajes, etc.

Hoy escuchamos a miles de docentes, directivos y familiares de todos los niveles del sistema educativo, que llegan a consulta con un pedido desesperado de ayuda para acompañar a les niñes y jóvenes que están transitando la escolaridad y finalizando el año escolar. Se esperan sugerencias, recomendaciones, pautas, tips, se piden interconsultas para diagnósticos- y por supuesto hasta medicaciones “mágicas”- que procuren responder las problemáticas que se expresan dentro del ámbito escolar.

Quienes trabajamos en salud mental sabemos que las mejorías, los progresos y los cambios significativos en una persona y en su entorno tienen un tiempo, un proceso, que se debe ir transitando (o madurando o elaborando). Lo sabemos porque es parte inherente al trabajo clínico, porque existen momentos, de ese
transitar hacia la cura, en los que aparecen retrocesos, oscilaciones, conflictos psíquicos, vinculares, cognitivos, etc. que son necesarios atravesarlos.

Si bien el tiempo del trabajo clínico no es el mismo que el que requieren las instituciones educativas, es importante aunar esfuerzos en pos de acompañar las infancias y adolescencias proponiendo mayor flexibilidad, nuevas dinámicas tendientes a transformar los modos de mirar, pensar y abordar los procesos
educativos, sostener el “aprender a aprender” para transformar antiguas prácticas que sólo priorizan el aprendizaje por repetición o memorístico, fomentar la creatividad, las redes y tramas grupales e institucionales para alojar a todos los miembros de la comunidad educativa.

Y como nos dice Graciela Frigerio*, “… Educar tiene que ver con Tender la mesa: una mesa en la que tiene que haber todo lo que a mí se me ocurre y tiene que haber unos huecos también, unos espacios para que otro traiga sus preferencias y sepa que ese lugar está disponible para él. Tiene que percibir que yo no voy a segmentar la mesa, según la clase social, o el origen o las condiciones del otro. MESA, es con todo lo que tengo, con los huecos de lo que carezco y puedo advertir, con los espacios para que otros pongan cosas. El otro no tiene que tener condicionado su acceso a la mesa, de los saberes que constituyen la herencia colectiva”.

* Graciela Frigerio: https://www.youtube.com/watch?v=8tMo0xGyg8U

Claudia Laslo
Licenciada en Psicopedagogía

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